El resultado del Domingo pone de manifiesto tres cosas:
1. La salida electoral se muestra nítidamente como una alternativa, y ello pese al “fraude de estado” estructurado para garantizar victorias electorales al gobierno. La realidad del descontento se va imponiendo contra todos los esfuerzos del régimen, y la conseja de que el ocupante de Miraflores jamás reconocerá una derrota electoral pierde vigencia. Ya ha tenido que reconocer dos derrotas, la del referendo constitucional del 2007, y además de esta el Domingo, varias de carácter regional en cabeza de gobernadores emblemáticos de su estructura de poder. ¿Reconocerá la derrota propia en el 2012? Hay que entender, basado en los hechos, que en tanto se construya un mayoría nítida lo tendrá que hacer, a pesar de sus deseos, ventajismo y amenazas. Todos tenemos la misma duda al respecto, pero hasta ahora la única institución que ha puesto un parado a las pretensiones hegemónicas de Hugo Chávez ha sido la electoral, y no por el compromiso institucional de la mayoría que administra en CNE (puesto allí para ejecutar el fraude), sino por el peso de los votos. En consecuencia, lo prioritario para el país y en ello deben enfocarse partidos y la sociedad civil, es en lograr observación internacional efectiva para el proceso de elecciones presidenciales en el 2012 a efecto de consolidar la salida electoral.
2. Al régimen de Chávez sólo le quedan como alternativas continuar profundizando el fraude de Estado y la instalación del miedo. Las elecciones parlamentarias lo demuestran. La ley electoral produce uno de los mas aberrantes e inconstitucionales resultados. Mas de la mitad del país (52%) se tiene que conformar con una minoría parlamentaria (37% de los diputados). El Gerrymandering funciono a plenitud. Por otro lado, las denuncias documentadas el día de las votaciones se concentran en inocultables esfuerzos de intimidación a los electores en los sectores populares, con la amenaza abierta de que votar en contra del gobierno pone en riesgo el acceso a las dádivas que este ofrece a una población azotada por la inseguridad, y paralizada ante el desempleo y el costo de la vida con desabastecimiento. Pero el miedo es todo lo que tiene en sus manos el régimen. La población rechaza el modelo radical del Presidente y está descontenta con los precarios resultados de su gestión de gobierno, el cual por cierto ha manejado la mayor cantidad de ingresos fiscales que cualquier otro gobierno ha manejado en nuestra historia.
3. El otro gran desafío del bloque opositor sigue siendo convertirse en alternativa, lo cual supone afinar y comunicar una propuesta de seguridad y bienestar económico que movilice al pueblo, pero lo mas importante, poner un Líder a la cabeza de este movimiento de lideres locales, regionales, de la sociedad civil y parlamentarios. Me atrevo, como lo han hecho otros, a sugerir que desde ya trabajemos en unas primarias nacionales, que podrían organizarse por estados en una secuencia o calendario que lo haga manejable y nos permita contactar a fondo al pueblo en el proceso. Si hay acuerdos, que nazcan del resultado de las primeras primarias que se celebren, por ejemplo, estas pueden organizarse con eficiencia y muy pronto en Zulia, Miranda-DC y Nueva Esparta o Anzoátegui, para proponer una ruta de primarias que luego se van llevando a otros estados del país. Personalmente creo que este proceso de primarias debe comenzar lo mas pronto posible y desarrollarse entre el segundo y tercer trimestre del 2011, a efecto de que entremos en el cierre del año con un líder a la cabeza del movimiento. La otra pata de este proceso, es que la MUD, al organizar este camino de las primarias, sea encargada por los participantes del proceso de construir una alternativa de gobierno que exprese el consenso mínimo de los pre-candidatos y sus organizaciones políticas. Entraríamos en el 2012 con líder (o lideresa), un equipo y un mensaje, es decir, con “La Alternativa”.
Dicho lo anterior, queda analizar escenarios sobre lo que hará el Comandante. Para muchos parece muy claro que el “Comandante” continuará su radicalización, así lo ha anunciado a un día de las elecciones parlamentarias, pues quiere ganarle la carrera al deterioro concentrando mayor poder, desmontando las resistencias democráticas de la sociedad venezolana e instalando mas miedo en la población. Uno de los instrumentos podría ser construir un “by-pass” a la nueva asamblea desde la actual, dejando instalado un cambio legislativo que introduzca los parlamentos comunales. Luego vendrán los abusos de la mayoría parlamentaria y una resistencia como la que expresó la oposición entre el 2000 y el 2005. Otro escenario es que factores internos logren demostrarle a Chávez que la radicalización no le ofrece dividendos políticos. Los procesos electorales que ha ganado, los ha ganado desde una posición menos dogmática, ideológica y radical. Pero quizás sea tarde para ello. O quizás algo que ya no desea hacer.
En todo escenario, salvo que la economía internacional dispare los precios del petróleo nuevamente a niveles superiores a los US$100 por barril, la caída de popularidad de Chávez será insostenible. Será mas rápida y profunda si se radicaliza, eso también está claro. Por otra parte, pese al fraccionamiento subyacente en la unidad opositora, el ataque constante del régimen solo deja como opción transitar el camino de la unidad. Mas aún, la radicalización del régimen hace predecible que desprendimientos como los de PODEMOS y el PPT podrán verse en el camino hacia el 2012, y ya sabemos como ese tipo de “terceras vías” pueden morder en un terreno donde no llegaba antes la oposición.
En síntesis, vientos de cambio. Y son vientos fuertes los que soplan en territorio Venezolano, sobre todo cuando se observa que además del proceso de desgaste y el rechazo a la radicalización, las encuestas también muestran un consolidado rechazo (mas del 70%) a la idea de que el Hugo Chávez continúe en el poder después del 2012 (incluso solo un 32% de quienes de declaran simpatizantes de Chávez apoya la idea de que vaya a la reelección, reduciendo el chavismo duro a un 12% de país).
Amanecerá y veremos, pero algo esta muy claro: Chávez es derrotable por la vía electoral. Y camina con el Sol en la espalda.