Comienza un año muy interesante en las Américas.
Habrá elecciones presidenciales en Argentina y Perú. En una se debate la hegemonía de los Kirchner dentro del Peronismo y el país, después del fallecimiento de su patriarca. El duelo podría ser contra el hijo de Alfonsín, lo cual seria una trágica dinámica de repetir en torno a figuras cuyo mayor merito es el apellido, salvo que la nación argentina encuentre salida en torno a nuevos liderazgos como el del Alcalde de Buenos Aires Mauricio Macri. En Perú se podría presentar un nuevo duelo entre Toledo y Fujimori, ahora por "proxi", pues la candidata es Keiko mientras el verdadero líder espera su indulto en caso de que gane la hija. Sin embargo, lo mas relevante del proceso Peruano es que la continuidad en las líneas maestras de la exitosa política económica parece estar garantizada, al lucir distante la opción de Ollanta Humala, quien solo podría recuperar espacio y poder con una sorpresa electoral (siempre posible en sociedades tan desiguales con liderazgos divididos, pero en tanto modere su discurso y se distancie de la relación con Hugo Chavez).
Los anteriores son procesos tan relevantes como el caso de tres países donde también está en juego tanto como si hubiera elecciones, porque se prefigura en ellos de forma determinante el cuadro electoral del 2012, uno de una trascendencia continental.
En primer lugar en México se "destaparan" las candidaturas del 2012; y se elegirá el gobernador del Estado de México, donde todos los rivales del PRI aspiraran "sacarle una rueda" al carruaje de Peña Nieto, hoy ungido por todas la encuestadoras. Si Peña Nieto deja un sucesor en Toluca, incluso en el escenario de una alianza PAN-PRD, entonces el camino a Los Pinos estará abierto. El regreso del PRI al poder, de la mano de un nuevo liderazgo, es un hecho trascendente. Pone de relieve la eficacia de las reformas partidarias en instituciones históricas, al tiempo que plantea la pregunta de si habrá alguna forma de producir un cambio significativo y positivo en el tema que hoy azota la certidumbre y seguridad en México: la lucha militar y frontal contra los carteles de la droga.
En segundo lugar en Venezuela la oposición a Hugo Chávez deberá escoger en primarias al líder que lo enfrentará, todo en medio de un proceso de radicalización que parece viajar en la maquina del tiempo hasta un pasado de un izquierdismo populista y militarista del cual hasta sus mentores, los hermanos Castro, están escapando sin querer admitir su fracaso. La escogencia de la persona que será líder de la oposición Venezolana estaría mostrando al mundo el rostro de quien puede ser el próximo Presidente de un país cuyo petróleo y riqueza minera no permite que pierda importancia en el planeta. Y no es una quimera o ilusión óptica. En las elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre del 2010 la población se mostró, al margen de los escaños obtenidos por cada sector, mayoritariamente opositora. Aun cuando no está escrito que durante dos largos años esto no pueda cambiar, lo cierto es que el margen de maniobra del gobierno de Hugo Chávez es mínimo, y evitar la derrota depende casi exclusivamente de un "milagro petrolero". Por supuesto la otra variable, equivalente en importancia seria caer en una provocación del espinoso camino de abusos que supone la radicalización del Teniente Coronel.
Por su parte, en EEUU no hay elecciones pero también se prefigura el marco electoral del 2012 donde se juega su reelección Barack Obama. Son muchos los factores a considerar es este tema, pero todos en prioridad por debajo del tema económico. Si la economía americana no muestra un desempeño muy contundente con impacto en el empleo, todo se complicaría para el liderazgo demócrata, cuya salvación solo podría emerger del hecho que termine imponiéndose en el Partido Republicano el radicalismo de derecha que representa Sarah Palin como contendora. Pero en todo caso, la economía es el punto de orden en la agenda. Para nadie es difícil comprender que ya no vivimos bajo la hegemonía norteamericana, pero China, India, el sudeste Asiático, Europa, en fin, todos los centros de poder de la "economía global" están, no obstante "la guerra cambiaria", con los dedos cruzados esperando ocurra una sólida recuperación en EEUU, porque en el fondo la maquina del consumo americano es todavía el caballo mas robusto del carruaje.
Lo paradójico es que a pesar de estilos y políticas muy distintas, el señor Chávez es un antípodas de quien sea el Presidente de EEUU y los intereses regionales del coloso del norte, de cuya influencia se quiere liberar al continente por muchas razones, en sintonía con el liderazgo moderno de la región. Pero la administración Obama antes que de eso, tiene que ocuparse del tema económico; y la realidad es que al hacerlo se estabilizan en tendencia al alza los precios del petróleo, hecho que no ayuda a la solución del problema político en Venezuela.
Lo que sugiere esta realidad es que en este escenario deben medirse las verdaderas fortalezas y debilidades del régimen que hoy continua destruyendo a Venezuela, creando problemas en las Américas dado el santuario que ofrece a todo lo ilícito. Hay que hacer el inventario. Y hay que actuar con criterio estratégico. El paso del tiempo con el estrecho margen de maniobra fiscal del régimen Chavista es condición necesaria pero no suficiente; y el 52% de la oposición es un excelente punto de partida, pero no es un hecho cumplido para el 2012. Además que dada la naturaleza del proceso, habrá que sumarle mas votos para asegurar que no haya arrebato, incluyendo una significativa y eficaz observación electoral internacional.
Así las cosas, se interconectan o correlacionan las primarias de Venezuela y los precios del petróleo, en el marco de una posible recuperación económica global. Y en ese contexto habrá que construir con "cabeza fría" la alternativa para Venezuela. Alternativa que ya es hora tenga un líder que recorra el país y el continente mostrando su garra.