domingo, 18 de diciembre de 2011

Dos desafíos para América Latina en el 2012


Últimamente se han dedicado decenas de artículos a elogiar los logros económicos latinoamericanos de la década, y su resistencia frente a la crisis global desde el 2008. Ahora aparecen otros hablando de proyecciones económicas ajustadas ante la prolongación de esa crisis, y algunos sobre el tema de la dependencia de la exportación de materias primas.

Pero hay otros desafíos. La semana pasada hablamos de la educación. Hoy lo hacemos sobre el tema de la corrupción y el crimen organizado, que son muy preocupantes. 

Los índices y el mapa de la organización “Transparencia Internacional” son reveladores. Coloca de color rojo las zonas mas corruptas del globo. Salvo por Chile y Urugua,y el mapa es alarmante en América Latina.

Por otra parte, el Departamento de Justicia de los EEUU en su cruzada por hacer cumplir la Ley contra prácticas corruptas en el exterior (FCPA), ha puesto los puntos sobre la íes en un creciente número de situaciones, la mayor parte de ellas en América Latina, incluyendo casos que tocan países donde la corrupción era un mal muy distante como Costa Rica. Lo mismo sucede con las investigaciones iniciadas por as autoridades Inglesas con base en la Ley “Anti- Soborno”.

Los medios han destacado escándalos como el del financiamiento de la campaña electoral de Cristina Kichner por parte del gobierno de Hugo Chávez (el cual concluyó en un vergonzoso proceso criminal en el estado de la Florida contra sus autores); o casos como el de la llamada “Embajada Paralela” en Buenos Aires, un centro de gestión de toda clase de tráfico de influencias en los negocios gestados al amparo de los esquemas de cooperación suscritos entre Argentina y Venezuela.

Pero el impacto mas preocupante de la corrupción se traduce en la fertilidad del terreno para la operación del crimen organizado. Primero, la presencia expansiva y violenta de los carteles de la droga en México y Centroamérica, con casos extremos como el de Guatemala donde la penetración institucional del narcotráfico hace pensar que no estamos lejos de un estado fallido. Luego está el tema de la legitimación de activos provenientes del crimen organizado o el narcotráfico en Panamá, el Caribe y Venezuela.

No es que no hay avances o políticas enfrentando estos problemas. Admitimos que en algunos países como el caso de Colombia las hay, con sus costos en otros órdenes, pero con importantes resultados. No obstante, el crimen organizado y su presencia en la región es un cuero seco. Lo pisas de un lado y se levanta por otro. Los avances en Colombia han trasladado el flagelo para México y América Central. Y lo cierto es que el crimen organizado gana espacios apoyado por la coexistencia de profundas desigualdades sociales, debilidad institucional de las democracias de la región y extendida corrupción.

Entonces ¿Cómo ser optimistas sólo por mirar unas tablas de crecimiento económico?

Alcanzar un marco de fortaleza institucional en la lucha contra la corrupción; y diseñar una agenda interamericana para combatir el crimen organizado bajo el auspicio de la OEA, son dos temas centrales para la región en el 2012.

domingo, 11 de diciembre de 2011

¡El problema es la educación, estúpidos!


América Latina ha logrado mucho esta última década. Por su parte Estados Unidos, viene decayendo en ese mismo período hasta encontrarse en su actual encrucijada histórica, confrontando muchos desafíos que producen incertidumbre. Y todos nos preguntamos ¿Hasta dónde podremos llegar en ambos escenarios?

Cuando observamos esas dos realidades es importante apreciar un problema común en el cual norte y sur del continente se encuentran.

 La respuesta para ambas realidades, en el largo plazo, tiene que ver con la educación. Hace unos años se hizo celebre aquella frase durante la campaña electoral que le ganó Clinton A Bush: “It’s the economy stupid”. Hoy provoca gritar que resulta una estupidez ver como no se hace lo suficiente en materia educativa.

En los EEUU se presenta un problema delicado: La brecha de calidad que existe entre la educación universitaria y el resto del sistema educativo. EEUU cuenta en su haber con el 36% de las mejores universidades del mundo; pero Michele Rhee, la ex-Canciller de Educación del Gobierno de la ciudad de Washington DC, lo ha expuesto de forma muy precisa: el “Zip Code” donde usted vive determina el futuro de sus hijos. Y lo grave es que la peor calidad de educación se encuentra en los distritos educativos donde se concentra mayor pobreza y desigualdad.




En pocas palabras, el gran “igualador” con el cual se construyó el “Sueño Americano”, su sistema de educación pública, está en crisis y contribuye a la baja productividad y deterioro del tejido social Americano. Por si fuera poco, el promedio de las notas en exámenes de aptitud académica de los jóvenes de EEUU en ciencias, física, química, matemáticas y análisis critico no compite con el de los bachilleres de Europa, China y Japón. Además, de todos estos países, los estudiantes salen al menos bilingües, y a pesar de la diversidad cultural que existe en EEUU, los muchachos sólo manejan el Inglés al graduarse. Allí está descrito el drama. Es difícil imaginar que EEUU pueda retomar sus ventajas comparativas y competitivas, incuso aprovechar su capacidad instalada para innovar desde sus excelentes Universidades, sin invertir en la base del sistema educativo.


Por su parte Latinoamérica vive un drama similar pero agravado, tal como puede apreciarse en los estudios del SITEAL (Sistema de Información de Tendencias en America Latina).

La educación pública, en general, no es una opción válida en Latinoamérica. La brecha que existe entre una escuela privada y una pública es inmensa en toda la región, pero lo mas grave es el posicionamiento del promedio del bachiller latinoamericano egresado del sistema público en el mundo, particularmente cuando se le compara con el de otras economías emergentes. Ahora bien, a nivel de Universidades, donde los gobiernos latinoamericanos invierten mucho dinero (la mayor de las veces mas por estudiante de los que invierten en la educación básica y media) los resultados son decepcionantes. Solo 3 Universidades latinoamericanas figuran en la lista de las primeras 200 del mundo (la Universidad de Sao Paolo, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Autónoma de México). 
 
En un mundo donde los países emergentes solo pueden sostener su crecimiento y alcanzar nuevos estadios de desarrollo mejorando la remuneración de los trabajadores por su mayor productividad, además de innovando en la economía mundial, es evidente el tamaño del desafío con el actual sistema educativo.


Sorprende entonces como mas allá del discurso, en el terreno de la práctica, todo los gobiernos se enfocan en temas de libre comercio o cooperación económica sin abordar un gran proyecto de cooperación e intercambio para la reforma educativa a nivel continental. 

lunes, 5 de diciembre de 2011

EEUU y Canadá: ¡Despierten!


Esta semana se reunió la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) en Caracas.

Esta reunión constitutiva es la continuación de un esfuerzo que se asume el legado del Grupo de Río, y se originó bajo los auspicios del Presidente Felipe Calderón en México el 2008. Ha recibido mucho respaldo del Brasil luego de la reunión de Salvador, Bahía. Es un error ver este nuevo espacio de confluencia regional como hijo de Hugo Chávez.

EL CELAC (antes CALC) es un intento de organización para la agenda hemisférica sin Canadá y EEUU, e incluyendo a Cuba. Con mucha simpleza se escucha decir que como resultado de una agenda anti-americana. No lo creo. En CELAC están países como México (miembro del NAFTA), los miembros del CAFTA-DR y otros con acuerdos bilaterales de libre comercio como Panamá, Colombia, Perú y Chile. En su caso, Brasil, es un nuevo actor emergente de la economía mundial, perfectamente integrado al G-20. Ninguno de esos países repudia esos vínculos por el hecho de estar en el CELAC. 

Las preguntas son otras ¿Que méritos hacen EEUU, Canadá y la OEA para evitar que sucedan iniciativas como esta? ¿Hacia donde van este proceso y quién lo capitaliza?

La realidad es que desde la Alianza para el Progreso en los tiempos del Presidente Kennedy, EEUU no ha tenido ninguna iniciativa interesante de liderazgo hemisférico en el plano de la cooperación económica y política. De hecho, la agenda de EEUU frente a América Latina está dominada por su agenda de política interior (narcotráfico, inmigración y un absurdo bloqueo comercial a Cuba); y en lo económico, circunscrita a la proposición incompleta de los acuerdos de libre comercio. Y todo ello, en el orden de prioridades internacionales, muy por debajo de no menos de 10 temas que ocupan a la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Capitolio. Desde el BID, los EEUU podría impulsar iniciativas ambiciosas convocando a Brasil, México y Chile; pero nada con brillo se ha visto de parte de Washington en ese sentido.  En cuanto al caso de Canadá, su política frente a America latina es cautiva de la que tenga EEUU.

Por su parte, la OEA se ha quedado en un grave proceso de postración institucional y sin iniciativa política.  Sigue siendo la depositaria de dos instrumentos fundamentales del derecho interamericano (La Convención Interamericana de Derechos Humanos y la Carta Democrática), pero no tiene iniciativas en temas vitales para el hemisferio, que podrían desarrollarse a partir de ambos instrumentos, por ejemplo, proponiendo una agenda concreta de cooperación socioeconómica y seguridad hemisférica.

Brasil, sin embargo, ha logrado su objetivo. Ha dejado que otros impulsen un proceso que pese a sus diversas agendas, confluye en un espacio donde su hegemonía es evidente. Ha logrado crear condiciones políticas para que el MERCOSUR y UNASUR exploren nuevas fronteras dentro de territorios que nadie pisaba por ser del dominio exclusivo de Washington ¿Terminará Brasilia siendo para la región lo que hasta hoy representa Washington? 

En realidad no está claro. A los latinoamericanos nos persigue la tradición nominalista. Hemos creado en cinco décadas un archipiélago de organizaciones; y firmado una biblioteca de tratados. El problema es de seguimiento, ejecución y desarrollo institucional.

Escribir el futuro hemisférico sin EEUU y Canadá también es difícil. Pero lamentablemente la ausencia de liderazgo norteamericano es patente. 

domingo, 4 de diciembre de 2011

China: la nueva frontera económica latinoamericana


Muchas cosas han cambiado en América Latina. Una es la existencia de una nueva frontera económica. La que determina la creciente relación con China.
Por muchos años en toda America Latina hablar de “los chinos” era sinónimo de una colonia próspera, pero poco integrada, en cuyos restaurantes nos acostumbramos a almorzar en familia por su deliciosa y económica comida. Pero hoy “los chinos” están dominando la escena en los mas lujosos hoteles de las capitales latinoamericanas. Siendo China una economía centralizada, todo comienza normalmente con un relación bilateral entre gobiernos. Cosa que funciona muy bien en América Latina.
El comercio latinoamericano con China monta ya los $180 mil millones, registrando un crecim­­­iento de 160% en cinco años. Lo interesante es su simetría en montos y la asimetría en productos: Latinoamérica le exporta a China cerca de $90 mil millones en materias primas e importa productos terminados por el orden del $88 mil millones. En términos muy claros, la exportación de materias primas latinoamericanas es la principal explicación de la “década Latinoamérica de crecimiento económico” a que se refiere el Banco Interamericano de Desarrollo. Por un lado, esto ha “protegido” a la región de la vulnerabilidad a la que se habría visto sometida si fuese dependiente de EEUU y Europa. Lo delicado es que el esquema sino-latinoamericano de comercio está “re-primarizando” nuestras economías. Es decir, China es el mas difícil obstáculo para que América Latina pueda “industrializarse”. Lo cual plantea la necesidad de reinventar nuestras economías creando cadenas de valor agregado que generen mayor riqueza y mejores empleos en la región.
Las inversiones directas Chinas en America Latina también han crecido de $15 mil millones a $22 mil millones en un año.  Pero en ese campo la posición es distante con relación a Europa y los EEUU. Lo que si llama poderosamente la atención es la modalidad de financiamiento que toma cuerpo. Venezuela ha recibido préstamos de China por el orden de los $40 mil millones, cuyo desembolso está atado a un compromiso de suministro petrolero de no menos de 430 mil barriles diarios  (garantizados a precios inferiores de los del mercado spot).  La otra cara de estos financiamientos del “Fondo Chino-Venezolano” es el condicionamiento de estos empréstitos hacia proyectos conjuntos en áreas como Aluminio, Acero y otras materias primas.
El mismo tipo de operación ha venido asomándose con Ecuador. En ese caso son $2 mil millones que representan el 50% del plan de inversiones públicas del gobierno de Quito. A esta fecha China es la principal fuente de financiamiento externo que conoce el Ecuador desde su “default” en el 2008.
En definitiva. China ha marcado una huella indeleble en América Latina. Se ha posicionado estratégicamente para asegurarse materias primas y recursos energéticos que su sostenido y asombroso crecimiento económico requiere. Se metió en el llamado “patio trasero” de los EEUU, convirtiendo a la región en “agente libre” de la economía global. Pero ha creado una nueva “ilusión histórica” basada en el crecimiento de la exportación de materias primas.
Ya sabremos si los latinoamericanos hemos aprendido algo de nuestra historia, o si tendremos que esperar que se “ralentice” el crecimiento económico Chino para darnos cuenta de la realidad.

Abogando por el Cambio

Vivimos en tiempos de cambio. Tiempos interesantes donde las nuevas formas y herramientas de comunicación adquieren cada día mayor importancia, definiendo nuestras vidas e influyendo en nuestras opiniones, construyendo nuevos espacios para la participación democrática y el poder ciudadano.

Vivimos en tiempos que presentan difíciles desafíos en materia social y económica. La pobreza e iniquidades, el cambio climático global, el uso racional de los recursos naturales, el respeto a los derechos humanos, el desarme para la paz mundial, y el fortalecimiento de los sistemas democráticos, son temas y problemas prioritarios que hoy tienen afortunadamente expresión concreta en instrumentos del derecho internacional.

La globalización ha traído consigo aportes y retos en todos estos frentes, como el surgimiento de un mundo multipolar, con zonas de influencia económica y mercados relativamente integrados, coexistiendo con economías donde la informalidad y la subsistencia alcanza mas de la mitad de sus pueblos. En estas nuevas realidades todavía sigue pendiente promover la igualdad de oportunidades y la movilidad mas libre del factor humano o del factor laboral en la economía global, tal como se promueve el movimiento libre de capital y bienes. En este mundo global los trabajadores y sus sueños de felicidad siguen atrapados por las fronteras nacionales, dentro de las cuales muchos padecen como víctimas de dualismos socioeconómicos e injusticias que les obliga abrirse paso, como sea, para alcanzar esos sueños. A esos movimiento migratorios hay que verlos en su dimensión humana y encontrarle respuestas que acojan el derecho de todo ser humano a encontrar su felicidad y la seguridad de su familia, lo cual pone de relieve la realidad inter-dependiente en que vivimos, y la urgencia de modelos de cooperación internacional mas eficaces y dotados de suficientes recursos.

Finalmente, en ese envolvente proceso de cambios y globalización aparece la importancia de promover la tolerancia y la diversidad; la pluralidad y el pluralismo, dejando atrás visiones elitistas que suponen la primacía o hegemonia de alguna cultura, religión, grupo social o gobierno, por vias de facto que ignoran el derecho de otros.

Nuestra idea es contribuir a la comprensión de nuestra realidad con objetividad; y a la búsqueda de equilibrios, consensos y soluciones justas pero compartidas con relación a los temas y problemas de nuestro tiempo. Te invitamos a mirar alto, esperar lo mejor para todos, participando en "Tribuna".