En su mensaje de memoria y cuenta a la nación escuchamos al Teniente-Coronel y hombre fuerte de Miraflores decir: "asumo el marxismo".
La afirmación tiene varias implicaciones políticas. Carlos Marx dijo muchas cosas en su contexto y no vió su propuesta revolucionaria florecer en ninguna sociedad industrial y capitalista Europea a la cual criticaba ferozmente. Pero su reclamo de justicia llevo a que muchos intelectuales Alemanes y Europeos revisaran su pensamiento. Desde entonces, quedó claro que el Socialismo Europeo Moderno, e ideologías como la Socialdemocracia e incluso el llamado "Eurocomunismo", surgen de esa revisión profunda y critica del marxismo; todas ellas asumiendo la democracia por la vía de un "estado de derecho y justicia social" y con una "economía social de mercado". Los acentos entre lo publico y lo privado varían de gobierno en gobierno, de política en política y de tiempo en tiempo. El pensamiento moderno de la socialdemocracia ha caracterizado esta virtud del eclecticismo con la propuesta: "...tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario...".
En el camino el pueblo Alemán derribó el Muro de Berlín y luego presenciamos el colapso de la URSS. En China el comunismo viene en proceso gradual y sostenido de transformación desde 1978, muy apartado del Marxismo. En Cuba el marxismo sigue asumido casi a plenitud, pero se esperan cambios ante el ocaso biológico de Fidel. Así las cosas, proclamarse asumiendo el marxismo es regresar a un pensamiento superado desde finales del Siglo XIX, en pleno siglo XXI, y el cual es solamente aplicado en Cuba.
Por su parte, el Capitalismo ha vivido también un proceso evolutivo de significativas transformaciones que lo hacen en sus expresiones contemporáneas, una realidad muy distante del aquel injusto sistema que criticaba Marx. Por ejemplo, la presidencia de FDR en EUA introdujo el Estado de Bienestar Social. En Inglaterra recientemente se ha desarrollado la "Tercera Vía" que inicio con Tony Blair profundas transformaciones al sistema capitalista contemporáneo. En todo el mundo democrático se debaten alternando en el poder partidos con propuestas que cabalgan sobre todas las tendencias derivadas de este enriquecedor proceso. El llamado "Consenso de washington" del FMI y el Banco Mundial impuesto en la decada de los 90 - y etiquetado de "neoliberalismo"- ha sido objeto de una rectificación de fondo en la cual el tema de la superación de la pobreza ha adquirido prioridad para los organismo multilaterales y sus políticas. Finalmente, la crisis bancaria internacional del 2009 ha desatado toda una proposición de cambios -en EUA y Europa principalmente- que apuntan hacia una realidad diferente en la economía de mercado en el marco de los erráticos procesos de desregulación que se ejecutaron en las ultimas décadas, en la búsqueda de mayor justicia social pero sin arriesgar la eficacia del sistema de mercado. En síntesis, el consenso es que el mercado es una herramienta eficaz para generar riqueza, pero que su desarrollo sustentable exige herramientas gubernamentales, propias de cada realidad evitar las desviaciones propias del proceso capitalista de desarrollo y atender las iniquidades promoviendo la igualdad de oportunidades y acceso. Como ausentarse de todo este proceso y proclamarse "marxista" sin pecar de "retrogrado" y "anacrónico".
Por otra parte, dos temas se distingen en el pensamiento marxista, que requieren explicación si alguien lo "asume" desde el ejercicio de la presidencia de un país constitucionalmente democrático e históricamente heredero de la libertad forjada por la "espada de Bolívar":
1. Marx propone a partir del triunfo revolucionario, la imposición de la llamada "dictadura del proletariado" a cargo de los lideres del Comité Central de la Revolución. Es decir: ¿Propone el comandante del proceso venezolano la dictadura abiertamente inconstitucional del PSUV? Algo indica que si, pues al dia siguiente de su romantica confesión marxista ha declarado en la Universidad Bolivariana de Venezuela que la actual constitución es "un texto de transición". Con razón ya no la carga encima ni enseña en sus largas alocuciones televisivas, como era usual hace unos anos.
2. Marx fue muy vehemente al hablar de nuestro Libertador Simón Bolívar, su obra y pensamiento. Nadie puede olvidar sus palabras y escritos que llegan a calificarlo de "incapaz", "cobarde" y "traidor". ¿Entonces, se puede alguien proclamar "bolivariano" y "marxista"?
Como diría el Quijote...cosas veredes Sancho!
Leo: se dice marxista y dijo en la Asamblea que jamas de habia leido el Capital.Yo creo que es una audaz premeditaciòn.Tiene sus objetivos claros con un guion prestablecido.Lo que pasa que el pais democratico lo ha frenado pero el no va a ceder.No veo en la oposiciòn una hoja de ruta del paìs postchavez de lo que tenemos que hacer para tener a la gente de nuestro lado.Hay que construir un sueño de pais un pacto de gobernabilidad a muchos años.Como vamos a construir ese tejido social fracturado, un pais en ruinas en infraestrutura y pobre aparato productivo.Para mi la destruccion del pais es una forma de dominaciòn del regìmen.Tenemos que unirmos y buscar los mejores para salir adelante
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