Pero la debacle de este régimen ineficaz y corrompido de populismo militarista requiere mucho mas que este proceso entrópico. A esta altura y en este contexto es urgente la presentación al país de un liderazgo unido y con un claro mensaje de cara a las elecciones parlamentarias. No tiene sentido que la oposición este postrada mirando su ombligo en lugar de salir a recorrer los sectores populares del país, integrando a las nuevas generaciones de jóvenes que se han hecho parte vital de esta lucha, para movilizar a una mayoría de los venezolanos y venezolanas a un contundente "golpe electoral" al régimen. El escenario electoral de septiembre se acerca y hay que salir a capitalizarlo casa a casa, calle a calle, barrio a barrio por toda Venezuela con propuestas que oxigenen la patria y nos conduzcan a un desarrollo económico con justicia social.
La medida de la devaluación decretada es del 76%, porque al cambio de 4,30 Bs. F por dólar, o a lo que se conoce como el "dólar permuta", opera el 60% de la economía. Por su parte, la existencia del dólar de 2,60 Bs.F busca detener artificialmente la inflación en ciertos rubros, pero compromete mas la producción nacional, abriendo las puertas a importaciones que consolidan una economía de puertos al borde del colapso como resultados de las presiones inflacionarias y la desinversión privada. La agresión permanente al sector privado solo agrava el problema, por mas que se presente como una casería al estilo Robin Hood frente a la especulación.
Escapando la tentación de hacer difíciles pronósticos politicos sobre este decadente gobierno, resulta mas sencillo hacer algunos de tipo económico. La inflación no luce pueda ser inferior al 50% para el 2010. El gobierno ha abandonado, por insostenible, lo que ha sido la herramienta fundamental de su costosa politica anti-inflacionaria: el llamado "anclaje cambiario". Por supuesto no lo dirán. Nunca lo admitirán, y mentirán como lo hacen a diario, pero esa es una mentira de partas muy cortas, pues la descubrirá a diario el consumidor. Este régimen cambiario es una versión "barata y mediocre" del RECADI de tiempos de Lusinchi, o la OTAC del gobierno de Caldera, con dos tipos de cambios controlados que se irán inexorablemente deslizando persiguiendo al tipo de cambio libre (encubierto en las llamadas "permutas"), y estimulado por la desconfianza y falta de perspectivas económicas claras, ante los desequilibrios evidentes del sistema. La corrupción galopante por supuesto son el aderezo inevitable de un sistema como este. La magnitud del endeudamiento y el gasto publico ya es insostenible y solo un milagroso ascenso de los precios del petróleo a niveles superiores a los $100 dólares nos permitiria cruzar el río y establecer equilibrios en medio de esta situación.
La crisis económica anticipa mayor represión política, y diarias provocaciones por parte del gobierno. El antidoto es la organización unitaria en torno a una plataforma electoral que salga con coraje a organizar al pueblo y le ofrezca una alternativa que nos devuelva la seguridad, el empleo ... ¡y la luz! Estamos ante un gobierno devaluado.
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