Estados Unidos necesita un Impuesto al Valor Agregado (IVA)
Hemos visto ya varios debates entre los aspirantes del Partido Republicano.
De estos debates me surgen muchas inquietudes; pero me enfoco en destacar con esta entrega una idea que nadie quiere debatir en ese partido. Ni en el Congreso, donde el llamado Súper-Comité bipartidista sobre deuda y déficit está a punto de anunciar que no alcanzó ningún acuerdo para la fecha de acción de gracias esta semana, colocándonos nuevamente al borde de otra crisis de confianza letal para la economía.
Una idea sencilla pero poderosa: EEUU necesita un Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Es curioso como todos le sacan el cuerpo a esta idea. Incluso hacen comparaciones sobre la alícuota del impuestos a las personas o las corporaciones que se pagan en otros países, sin considerar que en todos ellos hay IVA.
Y lo sorprendente es que el IVA es la única idea que podría sacar a EEUU del embrollo fiscal y político que tanto polariza a su sociedad y detiene su economía, hasta el punto de bajar su calificación de crédito.
¿Por qué sucede algo tan absurdo? Porque se ha creado una matriz de opinión con una falacia: el problema fiscal de EEUU se puede resolver sin una reforma que aumente o introduzca un nuevo impuesto.
Miremos alrededor. En toda Europa el IVA promedia un 20% (Francia 19,6%, Inglaterra 20%, Alemania 19%, Bélgica 21, Suiza 25%). En otros países europeos como Irlanda o Dinamarca, que con gran ignorancia suelen utilizarse como referencia en los debates por tener un bajo impuesto a las corporaciones (12,5% y 25%) el IVA es del 21% y el 25%, respectivamente.
En China el IVA es del 17%. En Japón del 5%, razón por la cual el impuesto a las corporaciones no ha podido bajar, tal como ocurre en EEUU, resultando en 41%. El mas alto de cualquier país comparable.
Y quedaría referirnos a los dos socios de EEUU en el NAFTA. En México el IVA es del 16%, y en Canadá se agrega un 5% de IVA Federal al impuesto sobre las ventas que se cobra en cada provincia.
Pero nadie quiere debatir algo que salta a la vista de cualquiera: en todos los países con un nivel mas bajo en los tributos directos a las corporaciones que el de EEUU, existe el IVA. Y algún desentendido podría saltar y gritar que en EEUU hay el “sales tax”, comparando “peras con manzanas”; y sin darse cuenta que en EEUU no hay “sales tax”, lo hay en cada estado. Tal como en todos estos países hay impuestos a nivel de los estados, provincias, municipios o ciudades.
Pero vale la pena dar otro paso en el análisis. Aceptemos el argumento del “sales tax” como una limitante a la presión del IVA (lo que se conoce como “armonización tributaria”), utilizando como referencia el modelo Canadiense. En promedio el “sales tax” en los estados de los EEUU es 5% (7.5% el mas alto -en California- y 4% el mas bajo), siempre inferior al caso Canadiense, donde oscila entre 8% y 10% en la mayoría de las provincias. En consecuencia, si en EEUU sumáramos un 5% de IVA Federal, la presión tributaria indirecta sería inferior a la que sobre las ventas existe en todas las economías nombradas.
Lo trascendente de la idea es que comenzando con un IVA del 5% al 7% a nivel federal, en EEUU no habría déficit fiscal. Y así se podría emprender una discusión sobre la reorientación del gasto público que no sacrifique la educación o los servicios sociales para sostener el monstruoso gasto de defensa o seguridad nacional, que constituye la partida mas alta del presupuesto del país. Y también se podría bajar el impuesto a las corporaciones, colocando el nivel de impuestos personales incluso algo mas bajo que en la era Clinton; que fue un período de superávit fiscal y alto crecimiento económico sostenido.
Sin embargo, llegaremos esta semana al “Thanksgiving” sin acuerdos en el Congreso. Se agitarán las pasiones en los debates del partido republicano. Veremos el debate presidencial contra Obama. Y todo esto sin que alguien discuta la necesidad del IVA.
¡Cosas veredes!
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