COPENHAGUE: ¿SUFICIENTE?
Después de días de intensa discusión y atención internacional concluyó la Conferencia de Copenhague bajo el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. ¡Su hijo, el Acuerdo de Copenhague resultó ser un protocolo no vinculante!
La Convención había ya parido un primer instrumento histórico como el Protocolo de Kyoto que comprometía a los firmantes en un proceso de reducción de emisiones y búsqueda de compromisos globales en torno al tema ecológico. La expectativa era que los países miembros de la ONU alcanzarían ahora un acuerdo legalmente obligatorio bajo el cual, entre otras cosas, se reducirian substancialmente las emisiones contaminantes con el propósito de reducir el calentamiento global y evitar otros problemas ecológicos en el planeta.
La conferencia transcurrió bajo protestas de movimientos y activistas, discursos o criticas fuera de lugar y agenda, por no decir ridiculos y demostrativos de gran ignotancia sobre el tema, como el pronunciado en la conferencia por Hugo Chavez (Presidente de Venezuela) o las declaraciones de la ex-gobernadora de Alaska y ex-candidata a la Vicepresidencia de los EUA Sarah Palin. Las tensiones propias de este tema dadas las agendas políticas y económicas en juego por parte de los principales actores internacionales no cerraron, sin embargo, el paso a la tendencia global y cientificamente documentada sobre el impacto de las emisiones, practicas industriales y costumbres consumistas sobre nuestro medio ambiente.
Mas alla del debate, es preciso mirar a nuestro alrrededor para reconocer que algo hay que hacer. El crecimiento económico sin conciencia ecológica, y el consumo sin medida, han contribuido notablemente a la degradación del medio ambiente, afectando cuencas y fientes hidrográficas, alterando los patrones climáticos e introduciendo desequilibrios ecológicos por doquier, además del agotamiento de recursos naturales no renovables que nos imponen repensar todos los paradigmas: estamos en la obligacion de construir un desarrollo sustentable.
Por supuesto, EUA y China, junto a otros países mas desarrollados han tenido sus resistencias por el impacto económico de todo este cambio, sin mirar a nuestro juicio como el cambio de paradigma en si mismo es una fuente de crecimiento sustentable y nuevos empleos, asi como de avances tecnologicos. Los países africanos y del tercer mundo han visto en esta agenda una oportunidad para poner de relieve ciertas inequidades e injusticias. Sus territorios y medios ambientes han sido objeto y sus poblaciones víctimas de atrocidades ecologicas de todo genero por parte de las empresas multinacionales, por falta de sus propios gobiernos, hay que agregar también. Pero al mismo tiempo, la discusion abre la ventana a los subsidios necesarios para que en este grupo de naciones se pueda hacerse parte de los cambios. Países como India y Brazil se ha convertido en un actor de primera linea. Brasil sale de esta conferencia con una posición compartida con Francia. Para Brasil el tema es sensible porque al hablar de prevenir el cambio climático los ojos del mundo se colocan sobre la Amazonia, riqueza forestal, de multiples recursos naturales y biológicos a los cuales Brasil no puede renunciar en sus planes nacionales, pero cuya degradación tiene un impacto ecológico global irreversible. En esta oportunidad Brasil, de la mano de un fiador diplomático natural como Francia, presenta apoyo a los hallazgos científicos y objetivos de la ONU, colocandose a la cabeza de una propuesta de "equidad", "financiamiento" y "cooperación" a efecto de logar un desarrollo sustentable, lo cual incluye reducción de emisiones y explotacion racional de recursos naturales como los de la Amazonia (racionalizando el uso de los recursos forestales), pero poniendo de relieve y sobre la mesa su nueva e importante contribución al tema con el lanzamieto del Fondo Amazonas; y su liderazgo en materia de cambio energético con el etanol y otros bio-combustibles mas beneficiosos para el medio ambiente.
El acuerdo de Coppenhaggen, hijo de todas estas tensiones se ubicó e el terreno del pragmatismo. Sin duda, el carácter no vinculante de este acuerdo resulta en algo decepcionante. Se esperaba mas, mucho mas, pero como todo en el mundo de la diplomacia, este gran elefante hay que comerlo por pedazos. A pesar de la critica, algo se alcanzó en todo esto, el compromiso de Copenhague, como resultó aceptado por China y EUA, echa por tierra las posturas que descalifican los hallazgos y premisas científicas avaladas por la ONU en esta materia, asumiendo que se hace necesario reducir emisiones para controlar el calentamiento de temperatura en no mas de 2 grados centígrados. Ahora bien el objetivo concreto de reducir emisiones en 50% para el 2050 queda diferido como acuerdo obligatorio ... ¡por ahora!
Como buena noticia, acompañando los acuerdos no vinculantes se expresa la volutad de financiar a los paises en desarrollo con un fondo internacional que debe acumular US$100 billones para el 2020, con contribuciones anuales de los paises mas desarrollados de hasta US$10 billones.
La próxima reunión sobre el tema en México promete ser el escenario en el cual se alcancen acuerdos vinculantes, pero Copenhague solo sirvió para fijar una agenda o punto de partida.
La próxima reunión sobre el tema en México promete ser el escenario en el cual se alcancen acuerdos vinculantes, pero Copenhague solo sirvió para fijar una agenda o punto de partida.
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