El Nacional, 7 de septiembre 2014
Llegó el día de la esperada cadena donde se anunciaría “el sacudón” para rescatar al país de la crisis económica que se está tragando al gobierno y asfixiando a sus ciudadanos.
No hubo anuncios de políticas públicas, reformas o ajustes. Sólo “enroques” en el gabinete, con algunas caras nuevas. Las primeras lecturas que se imponen son exclusivamente políticas: Maduro sigue concediendo poder a Cabello. Ramírez perdió fuerza. Otro hermano de Chávez escala a la escena ministerial. El sector militar sigue ganando terreno en lo económico; y Merentes ha sobrevivido políticamente… ¿Por ahora?
Pero hay otras lecturas e interrogantes importantes en lo económico.
En primer lugar, el gobierno reconoce que tiene una crisis de producción petrolera y hacia allí apuntan los primeros trinos de Eulogio Del Pino, un técnico sin perfil político que asume la presidencia de nuestra industria vital. Pero toca hacer las preguntas que haría un buen reportero de economía, si hubiese ruedas de prensa (o más bien las que haría un parlamentario, cuando habían interpelaciones en el Congreso):
En primer lugar, el gobierno reconoce que tiene una crisis de producción petrolera y hacia allí apuntan los primeros trinos de Eulogio Del Pino, un técnico sin perfil político que asume la presidencia de nuestra industria vital. Pero toca hacer las preguntas que haría un buen reportero de economía, si hubiese ruedas de prensa (o más bien las que haría un parlamentario, cuando habían interpelaciones en el Congreso):
¿Tiene Pdvsa un plan para promover la inversión en el sector petrolero? ¿Ese plan se financiará con endeudamiento, o por convenios y asociaciones? Si contemplan inversión privada para reactivar la producción ¿a qué precio entra el capital y salen los dividendos del inversionista? ¿Propondrán al BCV la modificación del convenio cambiario para que Pdvsa pueda venderle sus dólares al instituto emisor a un precio más próximo a su valor real; o seguirá este absurdo juego de monopolio donde la empresa vital de nuestra economía le pide bolívares prestados al BCV hasta para pagar impuestos al fisco nacional? Y para el cierre: si la reactivación de la producción petrolera incluye la inversión con recursos propios de Pdvsa ¿van a vender Citgo o la piensan endeudar para apalancar las inversiones de casa matriz? Si la respuesta es no a ambos supuestos ¿entonces seguirán endeudando a Pdvsa y a qué costo?
En segundo lugar, el dúo Merentes-Torres parece representar un visión gradualista de los ajustes (porque reforma o rectificación no habrá, eso está claro). Para ellos se trata de un “gradualismo” que respete la idea del control político total sobre la economía, siempre dispuestos a un conjunto de arreglos “transaccionales” con el sector privado (al que se porte bien, por supuesto). Se trata de un gradualismo que no responde a racionalidades de orden económico, sino signado por la visión del bombero, la de ir apagando los fuegos según se presentan. Todo con un enfoque cortoplacista, que evade los costos políticos inmediatos, para atender dentro del “estatus-quo” el ciclo electoral que se avecina: las elecciones parlamentarias.
Pero no por ello se dejan de hacer ajustes, sólo que no se da la cara, simplemente se culpa a alguien. Sin embargo, ya son muchos los precios de productos básicos que han subido en Gaceta Oficialeste semestre, por eso nadie publica cifras de inflación. Todo como quien pretende tapar el sol con un dedo. ¿Y ante el desabastecimiento? Quedó aclarado, se repartirá la escasez con las maquinas captahuellas (por cierto, lo que si nadie aclara es de quién es el negocio y cuánto cuestan esas maquinas)
Un tercer tema saliente es que luego de 15 años dilapidando dólares y destruyendo la autonomía y gestión monetaria, retoman un principio básico para la gestión de todo instituto emisor: la centralización de las reservas internacionales. Ellos lo llaman “cuenta única” en el BCV; y así debió ser siempre. ¿Pero por qué lo hacen si les encanta la opacidad (y hasta la oscuridad) en el manejo de los asuntos financieros del Estado? Vuelven las preguntas de la rueda de prensa que no dan, o la interpelación parlamentaria que no aceptan: ¿A cuánto montan las transferencias que se harán a la “cuenta única” del BCV? ¿Cuál fue el movimiento de esos fondos y el rendimiento anual? Y por supuesto, vienen mas preguntas, ante las cuales correrían sin responderlas: ¿A cuánto montan y dónde están las reservas en oro? ¿Descartaron el Plan Lazard o la propuesta del Bank of America? ¿Piensan hacer alguna operación de venta o retracto con el oro (venta con pacto de recompra a un costo financiero), según se habló con Goldman Sachs? ¿Cuál es el cronograma de flujos para actualizar los compromisos con el sector comercial por las importaciones o deudas del sector privado? ¿Van a pagar los vencimientos de deuda del mes de octubre por unos 5 millardos de dólares, o piensan renegociar la deuda con nuevas emisiones para cambiar el perfil de vencimientos que se acumulan entre este año y 2019? … Ah, y por si fuera poco, en su visión gradualista: ¿Cuándo desaparece el dólar de 6,30 finalmente? ¿Cuál es la estrategia para lograr una racionalización del absurdo sistema que mantiene dos cambios oficiales en el Sicad con una brecha de 400% entre ambos?
Esta semana, los economistas de todos los órganos multilaterales e internacionales que estudian Latinoamérica coincidieron en la conferencia anual de la CAF en Washington. Por supuesto nadie puede entender como la economía Venezolana está en crisis en medio de una bonanza petrolera, en contraste con el desempeño económico de toda la región. Pero hay algo muy importante que agregar al análisis. El consenso de los economistas presentes en esa conferencia es que América Latina sufrirá una desaceleración en su crecimiento. En ese contexto Venezuela decrecerá, mientras que el precio del petróleo no promete mejorar, podría incluso ajustarse ligeramente a la baja por un rato. Los países de la región están explicando con alguna claridad como van a manejar esa realidad, pero todo el mundo se pregunta:
¿Y Venezuela? Muy mal, gracias por preguntar… porque nadie en su desgobierno responde.
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